Escoger fregadero para la cocina
Escoger un fregadero nuevo para tu cocina puede parecer una tarea relativamente sencilla, pero como todas las cosas tiene sus matices. Lo fundamental es escoger un modelo que se adapte a nuestras necesidades y costumbres, puesto que si nos equivocamos esto nos dificultará unas ya poco agradables tareas de limpieza.
Existen diferentes modelos para elegir, los modelos de encastrar son los más comunes, se utilizan especialmente en casos en que la encimara sobre la que van colocados esté fabricada en materiales que no toleren demasiado bien la humedad. Los fregaderos integrados son una opción cada vez más común, ya que permiten un mayor aprovechamiento de la superficie así como una mayor higiene y facilidad de limpieza, al no existir una junta donde se acumulen restos de comida.
El material más popular por sus cualidades higiénicas y durabilidad es el acero inoxidable, con la única desventaja de que los acabados brillantes son difíciles de mantener con un buen aspecto sin una limpieza constante. Los fregaderos de cuarzo ofrecen una gran variedad de colores y texturas disponibles y pueden ser integrados completamente en la encimera si esta se realiza en el mismo material. Sobre los fregaderos cerámicos, tan de moda para estilos rústicos, debemos considerar que aunque se trata de un material resistente puede llegar a partirse con un golpe suficientemente fuerte. El mármol y el granito también pueden ser integrados en una encimera del mismo material y ofrecen una gran resistencia aunque en el caso del mármol puede mancharse con más facilidad. Por último conviene mencionar la existencia de fregaderos sintéticos realizados en resinas, que ofrecen la ventaja de tener formas y colores variados.
Al escoger el material de nuestro fregadero debemos considerar nuestras preferencias de uso, si lo vamos a utilizar de forma constante el acero inoxidable ofrece las mejores propiedades de resistencia al calor o al impacto, pero si contamos con un lavavajillas para las tareas de limpieza y nos preocupa más la estética de la cocina que la funcionalidad podemos optar por opciones realizadas en cuarzo, con una mayor variedad de aspectos y una mejor tolerancia a la cal y al rallado.
El tamaño y la profundidad del fregadero es importante y debemos escoger uno con el que nos sintamos cómodos trabajando, siempre procurando que no sea excesivamente grande y quede fuera de escala en una cocina de pequeño tamaño. Disponemos de un amplia variedad de formas para escoger: redondas, cuadradas, con escurridor o sin el, con doble cubeta, las formas más redondeadas son preferibles para espacios pequeños, donde necesitemos optimizar el espacio de encimera disponible. Por otro lado los fregaderos cuadrados y con mas de una cubeta nos permitirán optimizar la zona de limpieza.
Del mismo modo que escogemos el fregadero deberemos asegurarnos del lugar donde deseamos instalar el grifo y si este es perfectamente compatible con el modelo seleccionado para evitarnos sorpresas de última hora. Por último, como es lógico también es importante que el fregadero seleccionado encaje con el diseño global de nuestra cocina, algo que por otra parte no debería ser complicado dada la amplia variedad de diseños disponibles.