Escoger el blanco perfecto
De entre todos los colores disponibles para pintar nuestra casa el color blanco es posiblemente la elección más atemporal que podemos escoger. Si nos gustan los espacios ligeros y luminosos el color blanco debería ser uno de los primeros tonos a considerar. Eso si, no todos los blancos son iguales y si somos de los que valoramos los matices puede que debamos enfrentarnos a una amplia variedad de blancos hasta dar con el que nos convence.
Si disponemos de luz natural suficiente el blanco reflejará esta luz, destacando la arquitectura del espacio, pero si la luz natural es escasa el blanco será percibido como un tono más cercano al gris y perderemos esa sensación de amplitud que genera en la presencia de luz natural suficiente.
Una de las primeras consideraciones debería ser definir claramente si nuestros gustos o nuestro mobiliario se orientan más hacia los tonos fríos o hacia los tonos cálidos. Los blancos, del mismo modo que los grises pueden ser cálidos o fríos y encajarán mejor con los muebles si ambos comparten el mismo matiz. Los blancos fríos funcionan bien en habitaciones que reciben mucha luz directa del exterior, ya que compensan el tono que se percibe en el espacio. Los blancos cálidos suavizan las estancias donde se aplican, creando un entorno más acogedor.
Una vez acotada la gama de blancos que encaja en el espacio es el momento de probarlos. Podemos seleccionar varias muestras y utilizarlas para pintar en las distintas paredes. La ventaja de utilizar gamas de blanco es que serán fáciles de cubrir de nuevo cuando hagamos nuestra elección definitiva. La idea es observar, durante distintos momentos del día como se comporta el color a medida que el sol se va moviendo, así como el efecto que podemos observar cuando lo iluminamos con luz artificial.
Por último está el tema de los acabados disponibles, los acabados mates son los que más sufren con el uso, por lo que puede se mejor limitarse a aplicarlo en zonas como los techos, el semi mate es más duradero y puede que una mejor opción para las paredes. Las opciones satinadas pueden ser aplicadas en paredes, pero debemos considerar que las imperfecciones de la pared saldrán a relucir mucho más que con pintura mate y por lo tanto deberemos hacer una cuidada labor de alisado previo. Es posible que un mejor uso para la pintura satinada sea el de destacar las molduras, siempre que estas se encuentren en buen estado, claro.