Diseño moderno y acogedor
Normalmente se identifica el diseño moderno con piezas geométricas de lineas sencillas que configuran espacios diáfanos y fríos. A pesar de estas preconcepciones un espacio moderno no tiene porque resultar frío y solo tenemos que seguir algunas ideas sencillas de contraste para conseguir un hogar moderno pero acogedor.
Una primera idea es conseguir profundidad mediante el uso de de tonos oscuros. Azules, verdes o pardos oscuros contrapuestos con dorados, platas o rojos. El uso de distintos tonos (siempre procurando que los matices de ambos coincidan) nos dará distintas capas de interés y profundidad que harán al espacio más interesante y cálido.
Deberemos considerar, ademas del color que nos aporta el elemento, su material de construcción, ya que este afectará notablemente la percepción del propio objeto así como su efecto sobre el entorno. Tenemos tres zonas principales para distribuir tonos: entorno (paredes y suelos), el mobiliario y por último los complementos decorativos (lámparas, griferías, accesorios…).
Los espacios modernos pueden ser equilibrados introduciendo elementos naturales como la madera, la piedra o la cerámica. En el mercado podemos encontrar numerosos diseños que encajan con espacios sofisticados, unas sillas de madera o unas lamparas cerámicas son elementos que darán calidez al espacio por el componente natural que introducen.
Ademas de piezas modernas fabricadas con materiales naturales siempre podemos introducir elementos mas descontextualizados que contrastarán en el espacio. Piezas rústicas o vintage como una pared de ladrillos recuperada o un sofá de cuero desgastado suavizaran las lineas de un entorno moderno.
En cuanto a los elementos metálicos que aparezcan en el espacio deberíamos alejarnos de los materiales como el cromo o el acero inoxidable que ofrecen un tono gris azulado para escoger piezas con acabados dorados (bronce, cobre, latón…), elementos que siendo tendencia en la actualidad nos permiten dar un toque de glamour adicional a nuestra casa.