Amueblar un salón pequeño
Amueblar un salón de pequeñas dimensiones siempre requerirá una mayor réflexión y planificación previa que otro espacio de mayores dimensiones. Lo primero que debemos hacer es analizar la arquitectura del espacio y trabajar con ella, un primer paso clave en cualquier espacio, pero especialmente importante para casas de pequeño tamaño.
Un concepto a tener claro desde el principio es que los colores claros van a hacer que el espacio parezca mayor, una idea que podemos aplicar tanto a las paredes, suelos y techo como al mobiliario que vayamos a introducir.
De forma paralela la iluminación del espacio es igualmente importante, las esquinas sombrías hacen mas pequeña la estancia, así que lo mas recordable es estas zonas es utilizar luz reflejada en paredes o techos, que produce sombras suaves y una iluminación mas calidad y natural.
En general deberemos evitar el mobiliario voluminoso y favorecer diseños mas ligeros, con patas que los eleven y dejen espacio para transitar el espacio. Las mesas redondas por ejemplo son preferibles a las cuadradas dado que facilitan el movimiento a su alrededor. Las sillas sin brazos también son mas ligeras y recomendables. Materiales translucidos como el plexiglas pueden ayudar a aligerar el espacio, ademas de permitir el paso de la luz.
Otra idea a considerar es la disposición de los elemento elevados, situar estanterías en zonas altas o colocar las cortinas a la mayor altura posible son dos acciones que potenciaran la altura del espacio al ser un reclamo visual inmediato.
Introducir espejos es el truco mas viejo del mundo, pero no por ello carece de efectividad. Si los colocamos de forma inteligente ademas de iluminar con su luz reflejada la estancia crearan la ilusión de mas espacio.
Según nuestras necesidades, podemos realizar distintas combinaciones de muebles. La opción menos arriesgada es introducir un sofá de dimensiones generosas, este tipo de mobiliario permite sentar a un buen número de invitados a la vez en caso de ser necesario, y se convierten en el punto focal del espacio. Otra opción es introducir sofas de dos plazas enfrentados, una disposición que favorece la conversación y que funciona sobre todo si no tenemos que preocuparnos por la existencia de un televisor en el salón.
Si todavía disponemos de espacio, como elementos auxiliares y de decoración podemos introducir una o dos sillas (o taburetes) ligeras que contrastaran con la pieza principal. Las otomanas son piezas versátiles que podemos introducir en lugar de unas sillas, ya que funcionan como mesa o como asientos auxiliares, según nuestras necesidades.